Equilibrio hídrico en el humano.




A pesar de las continuas pérdidas de agua y de las grandes variaciones en la ingesta de agua y sal, el cuerpo humano tiene generalmente la capacidad para mantener una constancia precisa del contenido de agua: se calcula que el agua corporal total varía menos de un 1% en 24 horas (Cheuvront et al. 2004). Esto es de vital importancia para el mantenimiento de una composición constante del líquido extracelular, necesario para que las células funcionen correctamente. El agua corporal es controlada, por una parte por la ingesta de líquidos estimulada por la sed, y por otra parte por la excreción renal del agua (Brenner y Rector 2008)

A pesar de estar rigurosamente regulado, el equilibrio hídrico corporal puede plantear problemas que den lugar a un estado temporal de hipo hidratación o hiperhidratación.   La deshidratación es el proceso de pérdida de agua corporal, mientras que la hipo hidratación se refiere a un estado equilibrado de déficit de agua corporal, y es por lo tanto el resultado de la deshidratación (EFSA, 2010). Según la pérdida relativa de agua y solutos desde los líquidos extracelulares, la deshidratación puede ser hipertónica (la pérdida de agua concentra agua extracelular), hipotónica (la pérdida de sodio diluye el agua extracelular) o isotónica (pérdidas de agua y sodio sin cambio de concentración).

 Por el contrario, un consumo excesivo de agua durante un breve periodo de tiempo puede generar una hiperhidratación e hiponatremia, definida como unos niveles de sodio en suero inferiores a 135 mmol/L. Esta situación se ha observado en pacientes psiquiátricos con polidipsia, pero también en atletas durante o después de un ejercicio intenso y prolongado (p.ej., ultra maratón, entrenamiento militar). Mientras que la hiponatremia sintomática potencialmente grave es rara, está asociada con un consumo de líquidos que supera con creces las pérdidas de agua, así como un ritmo lento al correr y una larga duración del ejercicio (Hew et al. 2003).

Alteraciones del equilibrio hídrico: sobre hidratación y deshidratación


En cuanto al cambio en la osmolaridad plasmática solo sucede cuando la deshidratación alcanza la pérdida entre el 1% y el 2% del peso corporal. en el día a día, estamos expuestos a deshidratación leve y sin poder tener la sensación de sed, esta es una señal tardía de la deshidratación.
Es de suma importancia beber en intervalos regulares a lo largo del día, en vez de hacerlo solo en momentos que se siente sed. Así mismo en algunas personas, como en las personas mayores, la señal de sed es un poco menos efectiva y es así como el riesgo de deshidratación va aumentando.

Hidratación:

·    Beber en cantidad suficiente para poder recuperar el agua perdida.

·  Los procesos metabólicos de nuestro organismo producen alrededor de 250 ml y obtenemos otros 750 ml de la comida.

·    consumir todos los días 1,5 litros de agua.

Deshidratación:

Provoca: dolor de cabeza, cansancio y falta de concentración.

persona
Que problemas presentan
Ancianos (durante el envejecimiento)
ü  deshidratación leve
ü  beber menos
ü  tardan más tiempo en rehidratarse
Adultos Jóvenes
ü  ligera deshidratación
ü  producir un deterioro de la función mental
Niños
ü  pierden más agua a través de la transpiración para mantener una temperatura óptima

(S.A, Regulación del equilibrio hídrico, S.F) (S.A, Equilibrio hídrico, líquidos e importancia de una buena hidratación, 2006)

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